Cuando se compaginan semanas de trabajo de más de 40 horas, el autocuidado puede ser difícil de priorizar. Por suerte, tener un perro puede alterar sustancialmente tus niveles de estrés y marcar la diferencia en tu rutina diaria de salud.
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Tanto si se trata de crear un equilibrio más saludable entre el trabajo y la vida personal sacando tiempo de tu ajetreado día para jugar con tu cachorro, como si simplemente te quedas en casa una noche más a la semana, nuestros perros nos ayudan a aprovechar una forma de vida más saludable. Los expertos en mascotas de The Farmer’s Dog han elaborado una lista de “5 formas en las que su compañero canino puede ayudarle a practicar el autocuidado”, para que pueda mantener los pies en la tierra y estar agradecido.
Tiempo para jugar
Como adultos ocupados, la mayoría de nosotros no tenemos suficiente tiempo para jugar en nuestra vida diaria. Pero el juego es en realidad una parte esencial para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada y para mantenerse emocional y mentalmente en forma. El juego puede definirse como las actividades que realizamos para desconectar y relajarnos y que nos aportan satisfacción emocional. Nuestros perros nos permiten aprovechar ese sentido infantil del juego. Jugar con el perro eleva los niveles de serotonina y dopamina, neurotransmisores que afectan al estado de ánimo y tienen propiedades calmantes. Unos pocos minutos acariciando a su perro también pueden liberar otras hormonas del bienestar, como la oxitocina, y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Comer bien, sentirse bien
Por muy divertido que sea darse un capricho de pizza y caramelos los fines de semana, comer alimentos reales y frescos es una forma poderosa de autocuidado. Los alimentos integrales y nutritivos hacen que nos sintamos mejor, y lo mismo ocurre con nuestros perros. Pero mientras que nosotros tenemos la capacidad de aplicar el equilibrio en nuestras vidas y elegir nuestros días de “trampa”, nuestros perros comen lo mismo todos los días. Alimente a su perro con alimentos sanos y frescos, mínimamente procesados y elaborados por una empresa de confianza, y le proporcionará la mejor forma de cuidado.
Respira. Preferiblemente aire fresco.
Tener un perro también puede ser beneficioso para ayudarnos a pasar más tiempo al aire libre: los paseamos, los llevamos al parque y recibimos los beneficios de un ejercicio suave cada día. Varios estudios han encontrado pruebas consistentes de que la relación que se tiene con la mascota puede resultar en una mayor autoestima y estado físico, además de hacernos más conscientes y extrovertidos.
Más sueño HQ
Tener un perro también nos da un incentivo para volver a casa de la fiesta antes de lo habitual y dormir más.
En contra de la creencia popular, dejar que tu amigo de cuatro patas entre en el dormitorio no empeora tu sueño. Nuevos estudios demuestran que, de hecho, puede ayudarte a descansar mejor. Eso sí, tener una cama para perros adecuada es lo ideal para nuestro compañero.
Conexiones más profundas
Establecer un vínculo con un perro ayuda a facilitar el tipo de cercanía auténtica que puede conducir a una relación más satisfactoria con un nuevo amigo. Romper el hielo siempre es incómodo, pero los perros se saltan la charla. Investigadores de la Universidad de Chicago descubrieron que los dueños de perros se sienten menos aislados que los que no tienen mascota porque es más probable que entablen una conversación con un compañero de paseo. Y según la Universidad británica de Warwick, el 40% de las personas afirman que es mucho más fácil hacer amigos por tener un perro. Para nosotros tiene sentido: nada facilita más el vínculo entre vecinos que ver a sus perros olfateándose el trasero en un día soleado.